Reflejo delirante


Estaba tirado en el piso con la cara hacia abajo, ella lo prefería así. Su sangre teñía el piso y los muebles de la sala. Era un verdadero desastre, pero ya no se preocuparía por limpiar nunca más.

-!Es un desastre! Por que no haces nada bien?- el siempre se lo decía. Nunca apreciaba su esfuerzo.

-Pero, lo hice como te gusta- ella siempre trataba de complacerlo.

-Esta quemado. !No me voy a comer esa mierda!

-Pero...-No alcanzó a decir mas, él le propinó un puñetazo directo en el ojo. Ella cayó al suelo.

Corrió y se encerró en el baño. Cuando se vio en el espejo, se asustó de su propio reflejo. Su ojo empezaba a hincharse, pero era más que eso. Había aguantado muchos golpes todo su cuerpo parecía simplemente lastimado. 

Recordó cómo era antes de conocerlo. Era más feliz, pero lo mas importante es que era libre. Podía hacer lo que quisiese. Todo eso cambio cuando el entró en su vida. Había pensado en dejarlo, pero no sabría que hacer entonces.

Antes tenía un trabajo, pero había sido hace tanto tiempo. No era muy bueno de todos modos. Ya no sabía quien era. Antes era una linda joven con sueños y aspiraciones como todas. Ahora solo era una patética sombra de mujer. Vieja, herida y amargada.

-Te odio, esta es tu culpa.Por que no soy más valiente?- Ella hablaba con su reflejo.

-Y que vas a hacer?- contestó el reflejo.- No te podes quedar aquí para siempre.

-No se que hacer

-Yo sí. Esto no puede seguir así. Es el o nosotras.

-Que?

-Lo matamos y estamos libres. No mas golpes ni insultos.

-No puedo hacer eso!

-Claro que sí. Si yo lo pienso lo podes hacer. Va a ser fácil.-dijo el reflejo de manera seductora.

-Como?

-Tiene una pistola. Esta debajo del lavabo. Te acuerdas? El piensa que no sabemos que la tiene, pero lo viste esconderla.

-Si, pero...

-Pero que? Pero preferís quedarte aquí y morir? Sabes que el nos va a matar. Y si tratamos de escapar de el, sin matarlo, nos va a encontrar y nos matará de todos modos.- El reflejo tenía razón. Ella temía por su vida.

Se agachó y abrió el gabinete. Lo revolvió un poco y encontró lo que buscaba. Volvió enfrente del espejo.

-El idiota ni le puso llave- dijo el reflejo mientras reía suavemente.

La mujer observaba el arma con cierto temor, pero estaba convencida de que era necesario matarlo para su supervivencia.

-Esta viendo televisión en el sofá, como siempre no le importas.Ni siquiera vino a preguntar si estabas bien. Mátalo rápido.

Ella le quitó el seguro a el arma y salió del baño sigilosamente. El estaba en el sofá, de espaldas a ella, siempre se sentaba allí a ver la televisión por horas. Sin hablarle. Los golpes eran horribles, pero su indiferencia era lo que le dolía más.

"Nunca más" pensó mientras jalaba el gatillo. Y así fue como su sangre se esparció por toda la habitación. Ella lo empujó del sofá, no quería verlo.

Mientras empacaba vio su cara ensangrentada en el espejo de su cuarto, el reflejo sonreía.

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